La visión de Sam Altman sobre la AGI y la regulación de la inteligencia artificial

Sam Altman ha hablado en numerosas ocasiones sobre la posibilidad de alcanzar una inteligencia artificial general, capaz de igualar o superar el rendimiento humano en muchas tareas cognitivas. Para él, esta tecnología podría traer beneficios extraordinarios en productividad, ciencia y bienestar, pero también plantea riesgos muy serios si se desarrolla sin controles adecuados.

En comparecencias ante legisladores y foros internacionales, Altman ha defendido la creación de marcos regulatorios específicos, incluso proponiendo organismos internacionales capaces de supervisar modelos de IA muy potentes. Su mensaje combina el reconocimiento de que estos sistemas pueden emplearse de forma maliciosa con la idea de que también pueden ayudar a resolver problemas globales.

Sus posiciones han generado debate. Algunos creen que las grandes empresas de IA buscan influir en las normas para consolidar sus ventajas, mientras que otros consideran que la ausencia de reglas claras sería aún más peligrosa. En cualquier caso, Altman se ha convertido en una de las voces más escuchadas cuando se habla de cómo debería gobernarse la inteligencia artificial avanzada.