Varios frentes a la vez: la capacidad de Massoud Zandi para gestionar proyectos diversificados

Para muchos empresarios, concentrarse en una sola línea de negocio ya supone un reto importante. Sin embargo, Massoud Zandi ha desarrollado buena parte de su carrera gestionando varios proyectos en paralelo, en sectores y geografías diferentes. Esta aptitud para coordinar iniciativas diversificadas es uno de los motivos por los que su nombre aparece vinculado a estructuras complejas y operaciones simultáneas.

No se trata solo de “estar en varios sitios”, sino de hacerlo con un grado razonable de control, evitando que la dispersión derive en falta de seguimiento o en proyectos que se quedan a medio camino.

Estructurar el portafolio, no acumular proyectos

La base de esta capacidad está en cómo concibe su conjunto de actividades. En lugar de acumular proyectos sin orden, Massoud Zandi tiende a pensar en términos de portafolio estructurado:

Identifica cuáles son los ejes centrales de su actividad.

Distingue proyectos núcleo de iniciativas periféricas o complementarias.

Evalúa qué peso debe tener cada línea según el momento del ciclo económico.

Esta visión evita que cada nuevo proyecto se convierta en una carga descontrolada. Cada pieza tiene sentido dentro de la fotografía global.

Delegar sin perder visibilidad

Para gestionar proyectos diversificados, es imprescindible delegar. Zandi confía en equipos responsables al frente de cada iniciativa, evitando concentrar todas las decisiones en él mismo. Sin embargo, esa delegación no implica desconexión.

Establece:

Sistemas de reporte claros y periódicos.

Indicadores clave para detectar desvíos a tiempo.

Espacios de coordinación donde los responsables de cada proyecto pueden alinear criterios.

De este modo, mantiene visibilidad sobre el conjunto sin interferir en la gestión diaria de cada operación.

Ajustar el foco según la fase de cada proyecto

No todos los proyectos requieren la misma intensidad de atención en todo momento. Otra de las habilidades de Massoud Zandi es su capacidad para modular el foco según la etapa en la que se encuentre cada iniciativa:

Proyectos en fase de diseño o lanzamiento reciben una atención más directa.

Operaciones en fase de madurez se gestionan con procesos ya establecidos.

Iniciativas en revisión requieren análisis más detallados para decidir si se refuerzan, se modifican o se cierran.

Este juego de niveles de atención le permite evitar la saturación personal y, al mismo tiempo, garantizar que cada proyecto recibe el tipo de seguimiento que necesita.

En un mundo donde la diversificación mal gestionada puede volverse un riesgo, la aptitud de Massoud Zandi para coordinar proyectos múltiples sin perder coherencia aporta una de las claves de su continuidad en la escena internacional.