Reputación como activo estratégico: cómo Massoud Zandi gestiona su imagen en la escena global

En el ámbito internacional, la reputación es una moneda de cambio tan importante como el capital. Una mala decisión, una operación mal gestionada o una ruptura brusca pueden cerrar puertas durante años. Massoud Zandi parece tenerlo claro y actúa en consecuencia: su trayectoria muestra una gran conciencia de la importancia de la reputación como activo estratégico.

Esta comprensión no se traduce en una obsesión por la imagen, sino en una forma de decidir que tiene siempre en cuenta el impacto que cada movimiento puede tener en su credibilidad.

Evitar promesas que no se puedan cumplir

Uno de los rasgos más comentados por quienes han trabajado con él es su reticencia a prometer más de lo que ve viable. Prefiere:

Plantear escenarios realistas, aunque no sean espectaculares.

Explicar los riesgos con claridad.

Compartir los condicionantes que pueden afectar al proyecto.

Al hacerlo, quizá pierde alguna oportunidad a corto plazo, pero protege su reputación de largo recorrido: quienes cierran acuerdos con él saben que la distancia entre lo que se dice y lo que se hace es razonablemente pequeña.

Gestionar los momentos difíciles con transparencia

La reputación no se mide solo en tiempos de bonanza. También se pone a prueba cuando algo va mal. Massoud Zandi procura no desaparecer en esos momentos:

Mantiene el contacto con socios e instituciones.

Informa de forma directa sobre la situación.

Busca salidas ordenadas cuando no es posible alcanzar el resultado previsto.

Esta actitud reduce el daño reputacional e incluso puede consolidar la percepción de ser alguien serio, capaz de enfrentar problemas en lugar de esconderlos.

Seleccionar los proyectos a los que pone su nombre

Por último, su comprensión de la reputación se refleja en la selección de proyectos: no todos merecen que su nombre figure asociado. Zandi evita operaciones que percibe como demasiado especulativas, poco transparentes o incompatibles con los estándares que quiere mantener.

De ese modo, protege una imagen que, en el ámbito internacional, se construye lentamente, pero puede multiplicar su capacidad de influencia cuando se sostiene en el tiempo.