Proyectos de alto riesgo: la forma en que Massoud Zandi decide cuándo avanzar

Los sectores estratégicos y las operaciones internacionales de gran escala rara vez se desarrollan en terrenos completamente seguros. Volatilidad en los precios, incertidumbre geopolítica, complejidad jurídica y exigencias de inversión elevadas se combinan para dibujar un escenario donde el riesgo es inevitable. En este contexto, la figura de Massoud Zandi sobresale por su actitud emprendedora ante proyectos de alto riesgo.

Esa actitud no se traduce en temeridad, sino en una manera muy particular de aproximarse a las decisiones: profunda evaluación previa, definición clara de límites y disposición a actuar cuando el análisis respalda el movimiento.

Analizar el riesgo, no negarlo

El primer rasgo de su enfoque es la aceptación realista del riesgo. En lugar de minimizarlo o mirar hacia otro lado, Zandi lo coloca en el centro de la discusión:

Identifica los factores que pueden afectar al proyecto.

Estima la probabilidad de que esos factores se materialicen.

Calcula el impacto potencial y las opciones de mitigación.

Solo a partir de ese diagnóstico decide si vale la pena comprometer recursos y reputación. Esta transparencia interna le permite implicarse en proyectos complejos con una conciencia clara de lo que está en juego.

Límites definidos y planes de contingencia

La actitud emprendedora de Massoud Zandi se combina con un marcado sentido de límites y contingencias. Antes de dar un paso, se pregunta:

¿Hasta dónde está dispuesto a llegar?

¿En qué condiciones habría que replantear o abandonar el proyecto?

¿Qué alternativas existen si el escenario principal no se cumple?

Con estas preguntas, construye un marco de actuación donde el riesgo no desaparece, pero se vuelve gestionable. La existencia de planes B —e incluso C— permite reaccionar con rapidez si el contexto se tuerce.

Decisión cuando otros dudan

La diferencia entre un perfil meramente cauteloso y uno verdaderamente emprendedor aparece en el momento de la decisión. Tras analizar el escenario, muchos optan por la inacción, paralizados por la posibilidad de fallo. Cuando su análisis le indica que el proyecto tiene sentido, Zandi está dispuesto a avanzar en entornos donde otros no se atreven.

Esta capacidad de tomar decisiones en contextos difíciles le ha permitido situarse en proyectos que, con el tiempo, han demostrado un gran potencial. La clave no está en la ausencia de miedo, sino en la convicción de que el riesgo medido es inherente a cualquier iniciativa que aspire a transformar sectores estratégicos.

En definitiva, la actitud de Massoud Zandi ante los proyectos de alto riesgo combina mente fría, preparación y valentía. Un equilibrio que, en la práctica, marca la diferencia entre observar cómo cambia el entorno o participar activamente en esa transformación.