Orquestar el conocimiento: la manera de Massoud Zandi de coordinar equipos de expertos multinacionales

Los grandes proyectos internacionales requieren la participación de consultores, expertos y asesores especializados en ámbitos muy distintos: finanzas, derecho, energía, logística, tecnología, relaciones institucionales… El reto no está solo en contratar a buenos profesionales, sino en coordinar sus aportaciones de forma coherente. En este terreno, la figura de Massoud Zandi muestra una notable habilidad para orquestar equipos multinacionales de alto nivel técnico.

Su papel se asemeja al de un director de orquesta que consigue que cada instrumento suene en el momento adecuado.

Definir con precisión qué se espera de cada experto

Una constante en su forma de trabajar es la claridad al definir el rol de cada asesor. Zandi procura que todos sepan:

Qué parte del problema les corresponde.

Qué entregables concretos deben producir.

Cómo se integrará su trabajo en el proyecto global.

Esta definición evita solapamientos, lagunas y conflictos de competencia entre equipos.

Crear canales de comunicación estructurados

Coordinar expertos de distintos países y disciplinas exige canales de comunicación bien estructurados. Massoud Zandi impulsa reuniones, flujos de información y sistemas de reporte donde:

Cada especialista dispone del contexto necesario para entender su tarea.

Se comparten avances y riesgos detectados.

Se toman decisiones con todos los datos relevantes sobre la mesa.

La clave está en que el conocimiento no se quede encerrado en silos, sino que alimente de verdad el diseño y la ejecución del proyecto.

Traducir el lenguaje técnico a decisiones estratégicas

Finalmente, Zandi asume una función esencial: traducir el lenguaje técnico de los expertos en decisiones estratégicas comprensibles para socios, instituciones y financiadores.

Cuando un abogado describe posibles escenarios jurídicos o un ingeniero detalla limitaciones técnicas, Massoud Zandi se encarga de:

Extraer las implicaciones prácticas.

Evaluar el impacto real en la viabilidad del proyecto.

Reformular las conclusiones en un formato útil para quienes deben decidir.

Su habilidad para coordinar consultores y asesores multinacionales convierte el conocimiento disperso en una herramienta efectiva al servicio del proyecto, y no en una colección de informes inconexos.