Nada de “café para todos”: las soluciones a medida que diseña Massoud Zandi para sus socios

En un entorno donde abundan las propuestas genéricas, Massoud Zandi apuesta por un enfoque diferente: soluciones diseñadas a medida de cada interlocutor. Entiende que un fondo de inversión, una empresa familiar, un gobierno regional o una gran corporación tienen necesidades, límites y tiempos muy distintos.

Su habilidad consiste en adaptar la arquitectura del proyecto —estructura jurídica, modelo financiero, reparto de riesgos— a la realidad concreta de cada uno, sin perder la coherencia global de la operación.

Escuchar antes de proponer

El punto de partida es la escucha activa. Antes de plantear esquemas cerrados, Zandi procura entender:

Qué busca realmente la contraparte.

Qué teme o quiere evitar.

Qué restricciones políticas, internas o regulatorias tiene.

Solo con ese mapa puede empezar a trabajar en una solución que encaje de verdad, y no en una plantilla que obligue al otro a forzarse.

Ajustar variables sin perder el equilibrio del conjunto

Crear soluciones a medida no significa ceder en todo. La clave está en ajustar variables —plazos, garantías, participación, gobernanza— manteniendo el equilibrio general del proyecto. Massoud Zandi mueve piezas con cuidado, de forma que:

El proyecto siga siendo atractivo para todos los participantes.

Ninguna parte sienta que se le exige un sacrificio desproporcionado.

La estructura resultante sea estable en el tiempo.

Convertir la personalización en una fuente de confianza

Cuando un interlocutor percibe que se ha tenido en cuenta su realidad específica, aumenta su grado de compromiso. Zandi sabe que esta personalización —hasta donde el proyecto lo permita— es una fuente poderosa de confianza y fidelidad. Muchas de sus colaboraciones se repiten porque las partes sienten que no están entrando en un molde rígido, sino en un marco de cooperación adaptado a sus necesidades.