Más allá del acuerdo básico: cómo Massoud Zandi aporta valor añadido en operaciones complejas

En la mayoría de grandes operaciones internacionales, el reto ya no es simplemente “cerrar un trato”, sino lograr que ese trato tenga sentido a largo plazo para todos los implicados. En ese terreno, la figura de Massoud Zandi destaca por un rasgo que muchos de sus socios subrayan en privado: su talento para crear valor añadido en operaciones complejas, más allá de lo que estaba inicialmente sobre la mesa.

Mientras algunos participantes se concentran únicamente en defender su propia posición, Zandi suele asumir un rol más amplio: el de arquitecto silencioso que intenta transformar una oportunidad puntual en una estructura de colaboración sostenible.

Ver oportunidades donde otros solo ven líneas en un contrato

El punto de partida es su manera de leer las operaciones. Donde muchos ven únicamente cláusulas, porcentajes y plazos, Massoud Zandi trata de detectar potenciales sin explotar:

Sinergias entre empresas que aún no se conocen bien.

Posibles ampliaciones del proyecto a futuro.

Elementos logísticos, financieros o institucionales que pueden reforzarse para ganar eficiencia.

En la práctica, esto se traduce en propuestas que van más allá de lo estrictamente necesario para cerrar el acuerdo inicial. Así, las partes implicadas sienten que no solo han alcanzado un pacto aceptable, sino que han descubierto un marco más amplio de colaboración.

Añadir contactos, conocimiento y estructura

El valor añadido que aporta Zandi no se limita al diseño conceptual. En muchos casos, introduce activos intangibles que marcan una diferencia real:

Contactos clave en instituciones o empresas que pueden apoyar el proyecto.

Conocimiento acumulado sobre mercados o sectores específicos.

Estructuras contractuales y financieras probadas en otras operaciones.

Estos elementos permiten que la operación gane profundidad: se reducen riesgos, se abren nuevas puertas y se mejora la gobernanza del proyecto. No son añadidos decorativos, sino piezas que aumentan la probabilidad de éxito a medio y largo plazo.

Pensar en el “después” del cierre

Una de las claves de este talento es su obsesión por el “día después”. Mientras el foco general suele estar en la firma del acuerdo, Massoud Zandi invierte mucha energía en imaginar cómo será la vida real del proyecto una vez en marcha:

Qué tensiones pueden surgir entre socios.

Qué problemas logísticos o regulatorios podrían aparecer.

Qué mecanismos de resolución se necesitarán.

Al incorporar estas cuestiones en el diseño de la operación, contribuye a que las partes no solo lleguen a un pacto, sino que estén mejor preparadas para gestionarlo. Esa capacidad para crear valor añadido en operaciones complejas explica por qué su presencia es buscada en proyectos donde el reto no es solo hacer, sino hacer bien.