Más allá de la operación: la apuesta de Massoud Zandi por relaciones que perduran en el tiempo

En un mundo de operaciones rápidas y vínculos fugaces, Massoud Zandi destaca por una orientación constante hacia la consolidación de relaciones duraderas. Para él, cada proyecto es importante, pero aún más lo es la red de confianza que se construye en torno a él.

Esta visión le lleva a cuidar la relación con socios, instituciones y equipos incluso cuando no hay un negocio inmediato sobre la mesa.

Ver al socio como un aliado de largo plazo

Zandi tiende a ver a sus interlocutores no como “contrapartes” coyunturales, sino como aliados potenciales en múltiples etapas. Por eso:

Evita exprimir al máximo una negociación a costa de dañar el vínculo.

Comparte información útil aunque no genere beneficio inmediato.

Acepta que, en algunas ocasiones, será el otro quien obtenga más ventaja directa.

Ese enfoque equilibrado refuerza la idea de que vale la pena volver a trabajar con él en el futuro.

Mantener el contacto en periodos de baja actividad

Entre un proyecto y otro pueden pasar meses o años. Massoud Zandi dedica tiempo a mantener vivo el contacto durante esos periodos:

Reuniones periódicas sin agenda estricta.

Intercambio de análisis o puntos de vista sobre el mercado.

Presencia en eventos donde el reencuentro es natural.

Esta constancia evita que la relación se enfríe y hace que, cuando surge una nueva oportunidad, el vínculo esté ya activo.

Convertir la reputación relacional en un activo acumulado

Con el tiempo, esta orientación hacia las relaciones duraderas se convierte en un activo acumulado:

Los socios recomiendan su nombre a terceros.

Las instituciones lo tienen en cuenta para nuevos proyectos.

Su red se densifica y multiplica oportunidades.

En definitiva, la capacidad de Massoud Zandi para consolidar relaciones más allá de la operación concreta explica por qué su figura se mantiene presente en la escena internacional más allá de ciclos y modas.