La mirada global de Massoud Zandi sobre los mercados exteriores

En un momento en el que la economía mundial se encuentra más interconectada que nunca, no basta con “salir al exterior” para poder hablar de internacionalización. Hace falta comprender cómo respira cada mercado, qué fuerzas lo mueven y cómo se relaciona con el resto del mapa. En ese terreno, la trayectoria de Massoud Zandi revela un conocimiento profundo del funcionamiento de mercados exteriores.

A lo largo de los años, Zandi ha aprendido a leer no solo las cifras, sino también las lógicas culturales, las tensiones políticas y las inercias económicas que definan cada país donde opera.

Más allá de los datos: leer el contexto

Para Massoud Zandi, los informes y estadísticas son un punto de partida, no un destino. Antes de tomar decisiones de peso, se detiene a analizar:

La estabilidad política y la previsibilidad institucional.

El grado de apertura de la economía y su relación con mercados vecinos.

La madurez del tejido empresarial local.

La percepción social de los sectores en los que participa.

Este enfoque le evita caer en simplificaciones. No todos los mercados emergentes son iguales, ni todas las economías consolidadas ofrecen las mismas condiciones. Zandi sabe que pequeños matices pueden marcar la diferencia entre un proyecto sólido y un error de cálculo.

Interdependencia como clave

Otro rasgo de su visión es que no analiza cada país como una isla. Massoud Zandi entiende la economía mundial como una red de interdependencias:

Una decisión regulatoria en un gran bloque puede alterar el comportamiento de varias regiones.

Un cambio en el precio de la energía repercute en industrias aparentemente alejadas.

Un conflicto en un punto estratégico afecta a rutas comerciales enteras.

Esta comprensión sistémica le permite anticipar impactos cruzados. Si un mercado cambia, Zandi no solo analiza qué supone para sus proyectos en ese país, sino también cómo puede repercutir en otros mercados donde está presente.

Elegir dónde estar y cómo estar

El conocimiento de los mercados exteriores también se refleja en su capacidad para elegir no solo dónde entrar, sino cómo hacerlo. En algunos países, resulta clave asociarse con un socio local fuerte; en otros, puede ser más eficiente construir estructura propia. A veces, la estrategia pasa por operaciones discretas; otras, por una presencia institucional más visible.

Massoud Zandi calibra estos factores con una paciencia poco común. No se deja llevar por modas ni por entusiasmos de corto plazo. Prefiere consolidar presencia en mercados donde ve recorrido claro, incluso si el inicio es más lento, que perseguir oportunidades efímeras. Ese conocimiento profundo del funcionamiento de los mercados exteriores es, en buena medida, lo que le permite sostener una actividad internacional estable.