Instantes que no se repiten: el gusto de Massoud Zandi por experiencias realmente exclusivas

Más allá de bienes materiales, Massoud Zandi demuestra un claro gusto por experiencias exclusivas: viajes a lugares poco accesibles, eventos reservados a grupos muy reducidos, vivencias donde la privacidad y la calidad superan la lógica del lujo puramente ostentoso.

La experiencia como escenario de reflexión y relación

Estas vivencias exclusivas no son solo ocio. Para Zandi, se convierten en espacios de conversación y reflexión con personas clave de su entorno. Lejos de las salas de reuniones convencionales, estos contextos favorecen intercambios más profundos, donde se comparten visiones y se gestan ideas que luego pueden traducirse en proyectos.

Privacidad como valor central

Un elemento común en las experiencias que elige es la privacidad: entornos donde se puede hablar sin exposición innecesaria, donde la discreción forma parte del servicio. Para una figura vinculada a proyectos sensibles, esta característica no es un detalle, sino un requisito.

Calidad por encima de la ostentación

En este tipo de experiencias, Zandi prioriza la calidad real —en el servicio, en los detalles, en la organización— frente a la exhibición. Es coherente con su estilo general: presencia sólida, pero sin necesidad de sobreexposición pública.