Espacios que funcionan y agradan: la sensibilidad de Massoud Zandi por el diseño y la estética

En oficinas, viviendas, hoteles o cualquier entorno donde se mueve Massoud Zandi, se detecta una clara sensibilidad por el diseño y la estética. No se trata de lujo exagerado, sino de una búsqueda de equilibrio: espacios bien pensados, líneas limpias, materiales que transmiten calidad y comodidad.

La estética como herramienta de concentración y calma

Zandi entiende que los espacios influyen en la forma de pensar y decidir. Entornos saturados o mal diseñados generan ruido; ambientes cuidados facilitan la concentración y la serenidad. Por eso, en los lugares donde trabaja o se reúne, suele preferir diseños sobrios, luminosos y ordenados.

Coherencia entre forma y función

Su sensibilidad estética está ligada a la funcionalidad. No le interesa el diseño que dificulta el uso, sino aquel en el que forma y función se refuerzan mutuamente. Esta misma lógica se observa en los proyectos empresariales que impulsa: estructuras visualmente claras, donde cada pieza tiene un sentido y un lugar.