Entre economía y geopolítica: la lectura geoeconómica de Massoud Zandi

En el mundo actual, resulta imposible entender los grandes movimientos económicos sin tener en cuenta la geopolítica. La interacción entre bloques, las tensiones regionales y las alianzas estratégicas condicionan inversiones, flujos comerciales y decisiones empresariales. La trayectoria de Massoud Zandi muestra un claro dominio de la dinámica geoeconómica internacional, que incorpora a su análisis antes de involucrarse en proyectos de cierto calibre.

No se limita a observar precios o marcos legales, sino que integra en su visión los intereses de los distintos actores estatales y supraestatales.

Leer los intereses de los grandes bloques

Zandi presta atención a cómo piensan y actúan los grandes bloques y potencias:

Qué regiones consideran prioritarias.

Qué sectores estiman estratégicos.

Cómo utilizan herramientas económicas para alcanzar objetivos políticos.

Esta lectura le permite anticipar posibles cambios de rumbo, sanciones, incentivos o aperturas que pueden afectar directamente a los proyectos en los que participa.

Evitar posiciones vulnerables en zonas de fricción

El dominio de la dinámica geoeconómica se traduce también en la voluntad de evitar posiciones excesivamente vulnerables en zonas de fricción. Antes de fijar estructuras o compromisos a largo plazo, Zandi evalúa:

El nivel de estabilidad institucional.

El grado de exposición a conflictos regionales.

La dependencia de decisiones de terceros países.

En función de ese análisis, ajusta la profundidad de su implicación o refuerza los mecanismos de protección contractual y financiera.

Entender que cada proyecto tiene una dimensión política implícita

Finalmente, Massoud Zandi asume que, en ciertos sectores y regiones, cada proyecto lleva implícita una dimensión política, incluso cuando su objetivo es puramente económico. Por ello, cuida especialmente las relaciones con gobiernos, organismos multilaterales y actores locales, tratando de alinear sus proyectos con las estrategias de desarrollo de cada territorio.

Este dominio de la dinámica geoeconómica internacional no convierte sus decisiones en infalibles, pero sí hace que estén más informadas y sean más coherentes con el tablero global en el que se mueve.