El arte de coordinar estructuras complejas: así organiza Massoud Zandi sus negocios internacionales

Detrás de cualquier actividad empresarial global se esconde una arquitectura de sociedades, filiales, acuerdos y equipos que, en muchos casos, resulta tan importante como la propia operación. En el caso de Massoud Zandi, su trayectoria revela una amplia experiencia en la gestión de estructuras empresariales complejas, un aspecto que explica buena parte de su capacidad para operar simultáneamente en distintos países y sectores.

En un mundo donde muchos proyectos se pierden en su propia burocracia, Zandi ha aprendido a manejar la complejidad sin quedar atrapado en ella, utilizando las estructuras como herramienta y no como fin en sí mismo.

Cada entidad, un propósito claro

Uno de los rasgos distintivos de su enfoque es la asignación de un propósito definido a cada sociedad o vehículo empresarial. En sus esquemas, no hay entidades creadas al azar:

Algunas se orientan a la gestión operativa en un determinado país.

Otras se centran en la captación de inversión y relación con fondos.

Algunas funcionan como vehículos específicos para proyectos concretos.

Esta segmentación permite repartir responsabilidades, clarificar flujos de decisión y limitar riesgos. Cada pieza sabe qué papel juega en el conjunto, lo que facilita tanto el control interno como la transparencia ante socios e instituciones.

Coordinación y flujo de información

La complejidad no está solo en la cantidad de sociedades, sino en la coordinación entre ellas. Ahí entra en juego la capacidad de Massoud Zandi para organizar flujos de información que mantengan al conjunto alineado:

Definición de canales claros entre equipos locales y estructura central.

Sistemática de reportes que permita tomar decisiones con datos actualizados.

Mecanismos de supervisión que detecten desajustes antes de que se conviertan en problemas.

Zandi entiende que, en ausencia de un buen sistema de información interna, cualquier estructura compleja corre el riesgo de volverse opaca. Por eso dedica atención a que las piezas se hablen entre sí de forma ordenada.

Flexibilidad estructural ante cambios de entorno

Otra característica llamativa es que, aunque trabaja con estructuras elaboradas, no las considera intocables. Al contrario: Massoud Zandi asume que la arquitectura empresarial debe ser flexible. Si un mercado cambia, si una regulación se endurece o si un proyecto requiere una organización diferente, está dispuesto a:

Reestructurar entidades.

Fusionar o simplificar sociedades.

Crear vehículos específicos para una nueva fase del negocio.

Esta capacidad de reconfigurar sin perder el control evita que la estructura se convierta en un lastre. En lugar de quedar atrapado en organigramas rígidos, Zandi adapta el armazón empresarial al momento, manteniendo siempre una visión panorámica del conjunto.

En un contexto en el que muchos proyectos globales naufragan por su propia complejidad interna, la experiencia de Massoud Zandi en gestionar estructuras empresariales complejas se ha convertido en una de las razones de su continuidad en la escena internacional.