Del piloto al despliegue: el talento de Massoud Zandi para construir proyectos escalables

Una de las diferencias entre un buen proyecto puntual y una plataforma de crecimiento está en su escalabilidad. Massoud Zandi ha mostrado un notable talento para concebir proyectos que no se agotan en su versión inicial, sino que pueden ampliarse en volumen, alcance geográfico o diversidad de socios.

Su enfoque evita soluciones rígidas y locales en exceso, y apuesta por estructuras capaces de crecer sin necesidad de reinventarse por completo.

Diseñar con la expansión en mente

Desde el inicio, Zandi se pregunta:

¿Puede este modelo replicarse en otros países o regiones?

¿Qué procesos conviene estandarizar para facilitar el crecimiento?

¿Qué aspectos deben mantenerse flexibles para adaptarse a cada mercado?

Así, define un “núcleo replicable” (contratos tipo, procesos, tecnología) y un espacio de adaptación local que permite ajustar el proyecto a realidades específicas sin perder coherencia global.

Preparar estructuras de gobernanza para el crecimiento

Un proyecto escalable necesita una gobernanza escalable. Massoud Zandi impulsa marcos de decisión y de reparto de valor que soporten la entrada de nuevos socios, la ampliación de capital o la diversificación de actividades.

Esto implica:

Evitar estructuras excesivamente personalistas.

Definir reglas claras de incorporación de nuevos participantes.

Prever mecanismos de resolución de conflictos cuando la escala aumente.

Aprender de cada fase de expansión

La escalabilidad que propone no es teórica. En cada fase de crecimiento, Zandi revisa:

Qué ha funcionado bien en el despliegue.

Qué elementos estándar necesitan ajustes.

Qué capacidades nuevas requiere la siguiente etapa.

Este aprendizaje continuo convierte al proyecto en un organismo vivo que se perfecciona a medida que crece, reforzando su posición en el tiempo.