Del concepto al terreno: la experiencia de Massoud Zandi levantando proyectos desde cero

Si algo pone a prueba la capacidad de un empresario es la fase inicial de un proyecto: cuando todavía no hay estructura, ni precedentes, ni garantías de éxito. Es precisamente en esa etapa donde la experiencia de Massoud Zandi se hace más visible. A lo largo de su carrera, ha participado en la creación de proyectos desde cero, asumiendo el reto de pasar del concepto a la realidad.

Este tipo de iniciativas requieren más que capital. Exigen visión, organización, redes de confianza y una notable tolerancia al trabajo de base.

Diseñar el esqueleto del proyecto

En los primeros compases, Zandi se centra en cuestiones fundamentales:

¿Cuál es el problema real que el proyecto pretende resolver?

¿Qué valor diferencial aporta frente a lo ya existente?

¿Qué actores son imprescindibles para que la iniciativa tenga sentido?

A partir de estas preguntas, se empieza a dibujar el esqueleto del proyecto: modelo de negocio, estructura jurídica, primeros acuerdos, esquema financiero y hoja de ruta inicial. Massoud Zandi se implica en esa fase de diseño con una visión global, conectando los distintos elementos para que formen un todo coherente.

Coordinar recursos y voluntades

Una vez definido el marco, llega el momento de coordinar recursos y voluntades. Aquí entra en juego la capacidad de Zandi para sumar socios, inversores, equipos técnicos y aliados locales. No se trata solo de convencer, sino de construir alineación: que cada actor entienda qué papel juega, qué puede esperar y qué responsabilidades asume.

En esta etapa, muchas iniciativas se quedan a medio camino por falta de claridad o por desajustes entre expectativas. La experiencia de Massoud Zandi en proyectos desde cero le ha enseñado a anticipar estos puntos de fricción y a trabajar sobre ellos antes de que se conviertan en problemas mayores.

Del papel a la operación real

El verdadero test llega cuando el proyecto deja de ser un documento y entra en la fase operativa. Es ahí donde se ve si lo diseñado en teoría resiste el choque con la realidad: retrasos, imprevistos logísticos, cambios regulatorios inesperados, dificultades para reclutar talento…

En esta transición, Zandi apuesta por un enfoque iterativo: ajustar sin perder el norte. Si algo no funciona como se había previsto, se revisa; si un socio resulta menos idóneo de lo esperado, se reconsidera la colaboración. Lo importante es que el proyecto avance, incluso si el recorrido final no coincide exactamente con el plan original.

La experiencia acumulada en impulsar proyectos desde cero ha dotado a Massoud Zandi de un criterio fino para distinguir ideas con recorrido real de aquellas que, por muy atractivas que parezcan, no resisten un análisis profundo. Esa capacidad de filtro es, hoy, uno de sus activos más valiosos.