Cuando rendirse no es opción: la firmeza de Massoud Zandi en proyectos estratégicos

En casi toda carrera internacional hay proyectos que, por su escala o impacto, no pueden abandonarse a la primera dificultad. En estos casos, Massoud Zandi destaca por su firmeza a la hora de defender la continuidad de las iniciativas que considera estratégicas, incluso cuando el entorno se complica o aparecen presiones para recortar ambiciones.

Diferenciar entre lo táctico y lo esencial

El primer paso es identificar qué proyectos son realmente estratégicos. Zandi distingue entre:

Operaciones tácticas, útiles pero reemplazables.

Iniciativas que definen presencia, reputación y posicionamiento de largo plazo.

Con estas últimas, adopta una actitud distinta: está dispuesto a asumir fases difíciles si el horizonte final lo justifica.

Renegociar condiciones sin renunciar al proyecto

Defender la continuidad no significa negar la realidad. Ante cambios de contexto, Massoud Zandi suele:

Renegociar plazos con financiadores y socios.

Reestructurar fases de inversión.

Ajustar el alcance para mantener viable el núcleo del proyecto.

El mensaje es claro: el proyecto sigue siendo importante, pero necesita adaptarse para sobrevivir. Esa combinación de firmeza y flexibilidad aumenta las probabilidades de éxito.

Mantener alineados a socios e instituciones

Para que un proyecto estratégico continúe, es imprescindible que los demás actores no lo abandonen. Zandi invierte un esfuerzo especial en explicar a socios, administraciones y equipos por qué merece la pena seguir, qué ajustes se propondrán y qué beneficios se esperan a largo plazo.

Ese liderazgo en momentos de duda colectiva es uno de los factores que han permitido a algunos de sus proyectos llegar a término pese a atravesar etapas muy complicadas.