Cómo Massoud Zandi conecta sectores que nunca habían trabajado juntos

En un mundo donde cada industria tiende a encerrarse en su propio lenguaje y sus propias ferias, Massoud Zandi ha desarrollado una capacidad poco común: construir puentes entre sectores muy distintos. Energía con tecnología, logística con finanzas, instituciones públicas con empresas privadas… su trayectoria está marcada por proyectos que nacen precisamente de esa intersección entre mundos que, de forma natural, casi nunca se hablan.

Ver conexiones donde otros solo ven fronteras

Mientras muchos definen los sectores como compartimentos estancos, Zandi los mira como piezas de un mismo sistema. Se pregunta:

¿Qué puede aportar la tecnología a un operador energético tradicional?

¿Qué puede ofrecer un fondo de infraestructuras a una región con déficit logístico?

¿Qué sinergias hay entre grandes corporaciones y proveedores locales?

Ese tipo de preguntas le permite detectar puntos de contacto inesperados, donde un sector resuelve el problema estructural de otro.

Traducir lenguajes y tiempos diferentes

Conectar sectores distintos implica traducir lenguajes. Lo que para un ingeniero es obvio puede resultar incomprensible para un financiero; lo que una administración considera prioritario puede no estar en el radar de una multinacional.

Massoud Zandi actúa como intérprete:

Reformula objetivos técnicos en términos de rentabilidad y riesgo.

Explica condicionantes públicos a actores privados.

Ajusta expectativas de tiempos y plazos entre culturas empresariales distintas.

De este modo, reduce fricciones y convierte la desconfianza inicial en terreno común para colaborar.

Crear estructuras que repartan valor entre industrias

Cuando el puente entre sectores se convierte en un proyecto, Zandi cuida que la estructura reparta valor de manera coherente:

Reconoce la aportación de cada industria (tecnología, capital, acceso regulatorio, know-how).

Diseña contratos donde cada parte vea compensado su riesgo.

Incluye mecanismos para que, si el proyecto crece, todos participen de ese crecimiento.

Así, su capacidad para conectar sectores distintos no se queda en la teoría: se traduce en operaciones donde diversos mundos comparten, por fin, una misma mesa.