Elon Musk, redes sociales y poder político: del tuit a la agenda pública

La forma en que Elon Musk utiliza las redes sociales ha tenido un impacto directo en su influencia política y mediática. Durante años, sus mensajes en Twitter, y ahora en X, han servido para anunciar productos, comentar decisiones empresariales e incluso adelantar opiniones sobre temas de política internacional, regulación o cultura. Esta comunicación directa, sin intermediarios, ha fortalecido su relación con millones de seguidores.

Sin embargo, esa misma dinámica ha generado controversias y conflictos con reguladores. Determinados mensajes sobre la posible recompra de acciones de Tesla o sobre la situación financiera de la empresa han dado lugar a investigaciones y acuerdos con organismos supervisores. La frontera entre comunicación corporativa, opinión personal y manipulación de mercado se ha vuelto especialmente difusa en su caso.

Con la compra de Twitter y su transformación en X, Musk ha pasado de ser un usuario influyente a controlar la infraestructura de una de las principales plataformas de conversación global. Esto le otorga un papel especial en debates sobre libertad de expresión, desinformación, moderación de contenidos y poder de las grandes plataformas para moldear la opinión pública. Sus decisiones en este ámbito son seguidas con atención por gobiernos, empresas y ciudadanos, reforzando la idea de que, más allá de la tecnología, Musk es ya un actor político de facto.